sábado, 18 de diciembre de 2010


N.N
"Morir es algo que siempre
le sucede a otros"
Anoche leía
que la muerte es nuestra única certeza.
No hace falta que aclare
lo idiota de la frase:
sólo sabemos lo que controlamos
Un día van a tocar la puerta
y del otro lado va a haber alguien
igual a nosotros pero sin párpados:
el mundo estará ahí todo el tiempo
sin mí porque sólo
hay nosotros cuando podemos
cerrar los ojos.
Morir es el único verbo
que no se declina;
es él quien nos viene arrojando
por una plano inclinado
desde siempre.
Y a esta altura ya no importa qué leí anoche.
Hay olor a incienso a mi alrededor
y si no digo el nombre de mi muerto
-y es lo único que quiero-
es, sencillamente, porque no lo tengo.

jueves, 16 de diciembre de 2010




"El día después de mañana..."



La marea
azul
lo cubre todo
Llegará ese día
en que tengamos
que aprender a correr
por debajo del agua
en círculos:
tan pero tan rápido
creando un remolino
en el que desaparecer
ser chupados de una vez por todas.
Y esperar
que de nuestros restos
nazca algo, cualquier cosa
será mejor.

viernes, 10 de diciembre de 2010



"ARGENTINO"




Las noticias llegan
siempre
con un segundo de retardo
¿Cómo algo puede ser al mismo tiempo
lo que es
y un elemento de algo más amplio?
Dicen en la tele que asesinaron
a Esteban Orlandez
pero que asesinaron también
a un vecino trabajador.
La patria es una consigna de escritura
para talleres de chicos de primaria
oligofrénicos. ¿Cómo algo
-repito-
puede ser sí mismo y sí otro?
Cuando tengo hambre y sueño
hago preguntas complicadas
porque estoy liviano
y nada me ata al suelo:
comer es una pedagogía fisiológica
para el buen sentido común.
A ver, el noticiero insiste
Jhonatan apuñaló a Esteban Orlandez
para robarle diez pesos,
y en un salto lógico esa es la escena
del drama de una nación en desamparo.
La literatura debe abjurar de las metáforas
ahora son el terreno a explotar
por la retórica del periodismo.
La Patria es una palabra mal deletreada
por un personaje borracho
de una gauchesca apócrifa.
¿Cómo alguien es alguien
y deja de ser alguien
y vuelve a ser alguien
para luego seguir el mismo proceso
indefinidamente hasta vaya uno
a saber cuándo?
Afuera comenzó la lluvia
y adentro no porque hay techos:
hay gente que se está mojando
que no entiende la distinción
entre afuera y adentro
¿Por qué? Simple:
porque no tiene techo.
Las interrogaciones ontológicas
comienzan a escribirse en los afectos.

El noticiero continúa
hace rato que repito
“debería dar un volantazo”
pero en este mundo fundado
en el principio de la gravedad
y la inercia
el mínimo gesto de movimiento
requiere de una voluntad épica
de la que carezco.

-El fuego de las tribus-

jueves, 23 de septiembre de 2010

...Bajo la nieve, respira...
(fragmento)


4-
Al asomarse al balcón
su visión no captura detalles
observa una enredadera de luces intermitentes
que alumbran un espacio
sobre el que circula un movimiento ocioso
que no mueve nada. Blanquito mira su ciudad,
reza para si: lo que no avanza, retrocede
Su rostro no contiene piedad ni furia
es el testimonio de una existencia fundada
en una certeza que no tarda en llegar.

6-
Están las cosas y están las palabras
también están los cuerpos
que trafican de un lado a otro.
Blanquito cuando duerme
es como si se fuera desadhiriendo
de las cosas y de las palabras y de su cuerpo,
asumiera la forma de un globo de Comics
en el que se trazan líneas y figuras.
¿Qué dice la esfera? Nada
Son dibujos montando dibujos
que a su vez montan otros dibujos
hasta escalar la montaña de todos los deseos
que no encuentran morada ni en las cosas ni en las palabras
ni siquiera en ese intermedio que es un cuerpo.
Blanquito cuando duerme acumula paraisos.

8-
¿Sos Troskista?
no
¿Sos Anarquista?
no
¿Sos Filo-peronista?
no
¿Sos Marxo-maoista?
no

Soy Blanquito: una sucesión interminable de "NO"
que equivalen a una gigantesca afirmación.

miércoles, 16 de junio de 2010

...JUGUEMOS EN EL BOSQUE MIENTRAS EL LOBO NO ESTÁ...
"Homo homini lupus"
-*-
No sé cuál es el drama de cruzar fronteras/es sólo un nuevo modo de encerrarse en otro lugar.
-*-
Imagino un Mundo rebosante, contradictorio; repleto de seres aberrantes y hermosos/
Lo imagino, una y otra vez. En cada ocasión, lo mismo: un Mundo igual a éste.
-*-
Todas las noches se detiene en el alfeizar de mi ventana un pájaro amarronado. Se detiene y luego sigue/ No tiene alas, ni ojos ni pico. Mi hermana dice que es un gato./
Íntimamente sé que es un ave, a lo sumo un ángel.
-*-
Un nene dibuja con tiza verde un ogro sobre las baldosas de piedra de una plaza/
Se sienta en uno de los bancos de madera, con los ojos extasiados. Observa:/
Una a una, las palomas descienden, son asesinadas, masticadas y escupidas por el ogro./
Las plumas flotan en el aire, quedan suspenidas sobre la cabeza del nene/ giran
sobre su cabeza mientras el reflejo del sol las evapora como una corona de agua.
-La rebelión de los Lycans-
Gabi vuelve de Catequesis con el rostro destrozado. Tiene sus pupilas dilatas, y cuenta:
que al lado vio un nene que mueve tontamente la cabeza, que lo saluda y no responde.
Que insulta, y no responde. Que le pega, y no responde. Que le tira tierra, y no responde.
Tiene autismo, le explico. Es una privación de la palabra, le explico. Está enfermo, le explico. ¿Entendés?
Ahora mira por la ventana que da a la casa de los vecinos.
Y dice: hoy aprendí que cuando el Apocalipsis suceda van a sonar unas campanadas
tan pero tan potentes que nos van a atravezar los tímpanos. Los van a destrozar.
Luego, continúa: lo insulté, le pegué, lo saludé, lo ensucié. No respondió. No responde.
Levanta la cabeza, me mira con sus ojitos de animal idiota.
Es autista, Gabi.
Menea la cabeza. Se siente en un rincón del comedor en posición fetal.
No, Javi, hay que irnos. Cuando hable no lo vamos a soportar.
Nos va a arrancar los tímpanos.

domingo, 9 de mayo de 2010

Z/Z
Zoe se sentó en una de las sillas de plástico en la parte exterior del bar La Tasca. Venía de reprobar una vez más en la facultad y se disponía a pensar seriamente en abandonar la carrera. Necesitaba calmarse. Cuando estaba agitada solía acudir a un lugar donde circulara mucha gente, buscaba un punto estratégico desde donde observarla y posteriormente se ponía los auriculares del celular. Elegir un tema que no sintonizara con la secuencia de personas que veía la hacía sentir a la vez dentro y fuera de la situación. Y eso la calmaba. Se puso los auriculares.
De repente, tuvo la sensación de que alguien se había sentado al lado. Al voltear, vio a una chica rubia, extremadamente alta y delgada. La chica estaba moviendo los objetos dispersos sobre la mesa, como buscando alguna figura. Zuzuk, dijo la chica, con un acento evidentemente extranjero. Y luego siguió acomodando el cenicero, el vaso, la botella y demás utensilios. En un momento se detuvo y miró a Zoe. Sonrió como si hubiera alcanzado lo que buscaba, y la tomó de la mano. Zoe se sacó los auriculares y Zuzuk le dijo: Acompañame. Antes de pensar cualquier cosa, Zoe se encontró caminando de la mano de Zuzuk por la Rivera Indarte.
Zuzuk vivía en un loft ubicado en un antiguo edificio céntrico. En ese piso había nueve habitaciones en las cuales convivían extranjeros de distintas partes del mundo que venían a perfeccionar su español. Al entrar a la habitación de Zuzuk, Zoe quedó impactada por su decoración un poco extravagante. Se sentaron sobre una lona de hilo que Zuzuk extendió y no hablaron por unos minutos. Zoe pudo observar una cantidad importante de libros sobre yoga, autorrealización, técnicas de movimientos corporales, pero sobre todo de Feng Shui. Ubicación, dijo Zuzuk como si explicara algo. Ambas pasaron tres días encerradas en esa habitación hablando sólo lo necesario. Zuzuk le pasaba uno de los libros a Zoe, y ella lo leía mientras Zuzuk la tomaba de la mano sin quitarle nunca la vista de encima. Al cuarto día, Zuzuk le dijo que se tenía que ir a casa. Zoe no intentó preguntarle nada. Intercambió e-mail y número, y se fue.
A los dos días, mientras Zoe leía una y otra vez en su notebook el último parcial que le habían reprobado, y sopesaba qué decisión iba a tomar, vio la ventanita emergente que avisaba la entrada de un correo a su casilla. Al ingresar a su e-mail, vio que era un correo de Zuzuk que sólo decía en el campo del “asunto” Casa Groenlandia, y que tenía un archivo adjuntado. Cuando abrió la foto, observó: una gran estepa blanca cubierta de nieve, una estrecha franja de playa, y más allá el mar neblinoso, gris, difuminado. Zuzuk estaba arrodillada en la arena de la playa, mirando fijo el foco de la cámara y señalando sobre la nieve un cúmulo de piedras arrojadas. Zoe, al ver la figura que formaban las piedras, recordó el Feng Shui y quiso leer una señal, un mensaje tal vez complicado, tal vez simple, pero que ella no alcanzaba a descifrar.
Afuera comenzó a llover. Zoe se puso los auriculares, y buscó un tema que desentonara con la foto de Zuzuk. Lo intentó varias veces hasta que desistió. No pudo encontrarlo.

viernes, 16 de abril de 2010

"...bajo la nieve, se respira..."

A Miranda


1-

La partera dijo
Falta de melanina
Me llaman Blanquito
y no traigo la resta sino la suma:
en mí el poder el reino y la gloria.

2-
El medioambiente no me es hostil
ni mi madre me cuida de los daños
Los mesías se mandan a guardar
cuarenta día y cuarenta noches.
Estoy esperando un eclipse, la oscuridad
mi cuerpo marinado comenzará a hervir
sobre el aceite de estas ciudades.

3-
Me llaman Blanquito.
Sobre mi piel pueden tatuarse
todas las posibilidades.
No cargo una falta sino el exceso:
los médicos lo saben y por eso
me incluyen en sus tratados
de Patología Clínica.
No describen, se defienden.
Hacen bien.

4-
En un monasterio de la China antigua
hay colgado un cuadro del taoísmo Zen:
un lienzo puro sin ningún trazo.
Forma parte de una serie que escenifica
el sendero de la disolución y el arribo al Tao
Quienes miran el lienzo blanco
aprehenden una totalidad en reposo.
Un visitante de ese monasterio al verme
quiso compararme con el cuadro.
Me llaman Blanquito, le dije,
y no soy una pintura conceptual.
Soy un hongo atómico en su clímax explosivo.
No traigo ni la paz ni el sosiego.

domingo, 21 de marzo de 2010




"...acelerar es poner una meta a las espaldas, e ir para adelante..."


A veces el ejercicio de la afirmación
se impone como una cosa,
siempre ahí evidente no aguardando
nada sino es más de ella misma:
esto es lo que vengo a decir
estoy en paz con mi biografía.
¿A qué velocidad límite habrá que reducir
el acelerador de partículas
para alcanzar un umbral de quietud semejante?
Nunca me interesó la creación de la materia
lo que me asombra es su permanencia
Nunca me interesó cómo llegué hasta acá
lo que me preocupa es convertir este punto
en un trampolín que me eleve a cualquier lado.
A veces es necesaria una dosis
de fundamentalismo categórico:
una frase elegante y desafiante,
una frase surfeando en la precisa punta de garfio
de la ola más imponente de un maremoto
mientras las ciudades y sus certezas
se relamen en su destrucción inminente.
Estoy en paz con mi biografía
Y no sé cuál es la velocidad exacta requerida
para que la materia alcance una relajación absoluta,
pero tengo mi sospecha: es la misma
con la que se mueve mi pecho
mientras inspiro una bocanada de aire tibio
cierro los párpados
y expiro.

-el núcleo de las cosas debería ser una bocha de crema del cielo-

lunes, 8 de marzo de 2010

"...en algún lado alguien no marca mi número, ni lo va a marcar..."


"Sé que
El amor que te deseo es mejor
Que el amor que te profeso."

Emanuel Rodriguez



¿Cuántas oportunidades tengo
antes de perder del todo el juego?

Son las cinco de la mañana.
Afuera hasta el tacho de la basura
es una promesa
de un universo más completo.
Esas cosas que suceden afuera
cuando uno está irremediablemente adentro.

El celular arrojado en la mesa
se confunde con la pereza de los demás objetos.
Si yo me dejara caer en ese lugar
difícilmente alguien pueda distinguirme
en ese catálogo de cosas ociosas
Pienso esto, y pregunto:
¿Cuántas chances me ofrecieron
antes de enrostrarme un “Game over”
titilando sobre mi frente pálida?

Ahora lo sé:
La energía mueve sólo los cuerpos
con dirección de remitente.
Y yo no tengo la más mínima idea
de a dónde voy.


Siguen siendo las cinco de la mañana.
Los elementos básicos de la materia
resuelven una huelga permanente,
y lo que sigue funcionando es su advertencia:
“tenés actitud de gitano. Pasás de lo oscuro
A lo más claro”

¿Me sobran manos en el juego?
¿No se guarda para siempre una carta oculta
la posibilidad de arremete cualquier
partida terminada?
Quiero pensar que sí. Quiero creer.
Tener fe en ese comodín meditando
en su soledad de monasterio
el momento oportuno para aparecer
y desquiciarlo todo.

Afuera hasta la lámina de hoja más fina
está plagada de capas. Afuera es un espacio
hipertrofiado de oportunidades.
Espero paciente alguna noticia,
cuanto más lejana mejor.
Esto que soy yo es una bóveda marina,
una cavidad oceánica aguardando
voces extraterrestres
que caen empinadas a lo largo
de toda la vía láctea.
Lo que hay en mi cabeza no es luminosidad:
es una resignación tapada con polvo de estrellas.

-en eso te vas transformando: en pensamientos empañados-

sábado, 27 de febrero de 2010

"...vengo a hablarte de una generación que quizá no existió..."
-Cuarta parte-
Palabras al hijo
"Hay un punto
en el que la sangre es una filiación cualquiera"
Martín Rodriguez. Lampiño
Vengo a contarte la misma historia
que te relaté ayer. Esa que habla
de un fin que comienza una y otra vez.
¿Te acordás de la musiquita que llegaba
desde atrás de esa persiana de madera cerrada?
Dijimos que si eso no era el paraíso
entonces el paraíso dónde está. Fue un chiste
pero ninguno de los dos pudo reírse.
A veces quisiera confesarte que no tengo
la menor idea de las razones
por las que muevo algunas piezas del tablero,
y porqué a otras las dejo quietas;
Nunca voy a confesarte porqué
voy a patear el tablero. Eso jamás.

¿Dónde comienza una parentesco,
y dónde una distancia?
A ver, ¿sos capaz de contestarme eso?

Te decía, vengo a repetirte esas palabras
que me contó a mí alguna vez otra persona.
Lo recuerdo: su cara era un algodón mojado
en almíbar y sangre. Atracción y horror
convivían en esos ojos. Horror y atracción.
Hijito, me dijo, te voy a contar el secreto
de nuestra filiación. Y ahí comenzó.
¿Te acordás del olor a humedad que
empezó a invadirnos ayer, justo
cuando iniciaba el relato? Es el agua
que está subiendo progresivamente
desde las alcantarillas;
cuando sintamos las palmas de los pies
mojadas, vamos a tener que recordar
las clases de natación del colegio
a las que siempre faltamos.
Yo no tengo la menor intención de salvarte.
Cuanto más rápido termine todo, mejor.

Los nombres que nos pusieron nunca
fueron una carga; son el pedazo de
tergopol al que nos vamos a aferrar
cuando venga la inundación. Eso lo sé.
Posiblemente sea lo único que sepa
y por eso te delego un nombre. Cualquiera.
El que mejor se acomode entre tus manos.

Vengo a repetirte la narración
que mañana voy a volver a iniciar,
y pasado también sin añadir ninguna variación.
Es el relato de una secuencia que comienza
y termina, y comienza y termina, y termina
y termina y termina y termina, pero vuelve
a comenzar incluso a despecho nuestro.
Si esa musiquita detrás de unas persianas
cerradas, si esa tonada sin escenario visible,
si esa belleza confinada en una casa que
nunca será la nuestra
no es el paraíso, ¿el paraíso dónde está?
Esta vez no me rio
porque la pregunta ya no es un chiste.

sábado, 30 de enero de 2010

"...vengo a hablarte de una generación que quizá no existió..."


-primera parte-
"¿Había árboles afuera, lampiño? No, había tierra
¿Había un pueblo?
No, había tierra
¿Había gente, y animales?
No, había tierra
desierta
bíblica"
Martín Rodriguez Lampiño


-1-
En la vereda voy a buscar el día amaneciendo
las cosas que pierden y recobran sus formas.
Y me encuentro con un muerto: a los muertos
se los esquiva con los recuerdos. O con los juegos.

Cara o seca
la moneda se detiene paralela al suelo
destella unos segundos que valen La Historia
y pienso: cuando jugábamos era a todo o todo
en una guerra donde la derrota es expulsada
al ostracismo de los imposibles
lo que manda es la histeria. Jugamos a la revolución
lo que nos duró el tiempo libre de un ocio compartido
la líbido y los músculos del cuerpo.

¿Te acordás Santiago que en el baldío
el de los yuyos incinerados
el que ahora terminó convertido
en Instituto de aprendizaje de Lengua y Cultura Oriental
en el baldío ese del fuego el humo y la intemperie
leíamos las estadística del Olé para el Gran Dt
el anti-cristo de Nietzsche y el libro rojo de Mao?
Cara o Seca. ¿Cuándo fue que decidimos no elegir
ninguno de los lados?

A un costado del baldío, una casona a medio terminar
el sol filtrándose por los escombros
definía el lugar de cada elemento
y por prolongación el nuestro
Ibamos a convertirnos en militantes: el segundo día
más caluroso del planeta nos fuimos transformando
en animales inocentes, vulnerables
asombrosamente tiernos:
en el claro central de la construcción sin techo
éramos unos ángeles albinos de la nueva era
sosteniendo el fuego del Desierto
con los ojos adjuntados al terrible sol.

Sobre el borde inferior de la ventana frontal
de mi casa, Pucky, mi gata extiende su lomo
es imposible adivinar sus pensamientos
pequeños bostezos en la mente.
Afuera hay un mundo con una niebla
que se pega a las cosas y las abandona también
en el límite del mundo mi gata
acaricia una certeza de los elementos
que intenta transmitir, que no puede
y que abandona después.

Cara o seca. Y la moneda era falsa
tenía más de dos lados
los tenía a todos: el único importante
el lado con nuestros rostros pegados.
¿Te acordás Santiago que en el Partido
sólo había lugar para un “nosotros”
todos compañeros
navegantes extraviados en una isla abandonada
donde sólo había oscuridad unánime
compañeros sin caras agarrados de las manos
escuchando el aullido el viento y el furor de las ansias?
Cara y Seca, Santiago
y la moneda era falsa
el único lado que interesaba era el de nuestras rostros
enfrentados,
en las cofradías de los profetas sólo se declina
una primera persona del plural subrayada
esa mantita cobijante del Nosotros
pero es bueno recordarlo ahora
en una lápida es ley terrenal
sólo cabe un nombre ajustado: Santiago.

¿Cuánta muerte cabe en una voz?
Ninguna. Cuando las palabras
sostienen un cadáver, la voz no es ya humana

Cara o seca. Desperté buscando el amanecer
y me topé con un muerto. En la ventana
mi gata en el piso mi perra.
Una de ellas tendría que hacerse cargo del poema.

viernes, 8 de enero de 2010

Dios! Los de Ed. Mansalva son unos genios( esperando leer ese libro)

PREMIO INDIO RICO 2009 -
EPINICIOSEstación Pringles tiene el agrado de hacer público el fallo del Premio Indio Rico 2009, que en esta oportunidad abordó el género epinicios (cantos al deporte). El jurado, integrado por Rodolfo Enrique Fogwill y Silvio Mattoni, eligió por unanimidad la obra Equilibrio en las tablas, de Pablo Jonás Gómez, quien resultó el ganador del premio consistente en la publicación del libro a cargo de Estación Pringles por Editorial Mansalva. Asimismo, dada la calidad de los trabajos, otorgó cuatro menciones especiales a Gabriel Cortiñas por su obra Munich ´72, a Germán Federico Rosati por Buscar el golpe, a Carlos Surghi por su obra Melancolía del deporte y a Facundo Fontela por Mismeos 2009.
El dictamen del Premio Indio Rico señala en uno de sus párrafos que “el extenso poema premiado, Equilibrio en las tablas, es el que mejor transmite la pasión del deporte tramándola en una autobiografía testimonial de la Argentina joven, sus emociones y sus conflictos. Además, del conjunto de textos recibidos fue el más cercano a las expectativas clásicas del epinicio, precisamente aplicándolo a un mundo absolutamente actual. El autor de Equilibrio en las tablas (extenso poema de skate) se ha consagrado con un texto que no elude el reconocimiento de los vínculos entre su “tabla” y las tablas de la ley del orden social y de las tabulaciones clasificatorias que subordinan a los humanos”. Y agrega: “todos los participantes poetizaron el deporte desde un espacio político. La polis, el estado, la policía, el crimen, el conflicto social, la guerra revolucionaria, la nueva marginalidad urbana, son temas que, con distintos tratamientos y funciones aparecen en todos los seleccionados”.
La voz y los proyectos elucidadores de Leónidas Lamborghini, como bien lo expresa el dictamen, se pueden rastrear en la totalidad de las obras recibidas en este certamen que lo comprometió como jurado. La muerte nos privó de su criterio en estas deliberaciones que lo tuvo como referente ineludible. En homenaje a su poesía hemos decidido llamar a esta edición de 2009 “Premio Indio Rico Leónidas Lamborghini”.

Aquí fragmentos del poema ganador. Siempre quise andar en Skate.